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Cítricos (naranja, limón, mandarina): Aportan frescura, chispa y una sensación energizante.
Frutas tropicales (mango, piña, maracuyá): Dulzura exótica y vibrante, evocan climas cálidos y ambientes relajados.
Frutas de hueso (durazno, albaricoque): Aromas suaves, cremosos y afrutados con un carácter aterciopelado.
Manzana y pera: Tonalidades frescas, limpias y ligeramente dulces, ideales para equilibrar la mezcla.
Un mix frutal es una explosión de frescura, dulzura y vitalidad. Es perfecto para ambientes que buscan transmitir energía positiva, alegría y naturalidad. Su versatilidad lo hace ideal para hogares, espacios comerciales y eventos dinámicos.