Una cierva colgando de la trampa

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NUEVO

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Poemario de Lourdes Peruchena
Arte de tapa: Celia Baccaro
$ 400
  • Descripción

Escribir. Ser la cuerda o el verdugo. Una elección simple, parece. 


El aire del poema se tensa y esparce una atmósfera terrible. 


La delicada testuz de la cierva cuelga de la rama, porque un único disparo quebró el cielo yla breve infinitud del fuego es como una masacre de luz y sombras. Por eso se llega a Comala, para coserse la piel a los pobres huesos a la carne, para desenterrarse los ojos. 


Hay que ver, pienso, hay que arrancar el musgo y masticarlo. Poesía-musgo entre las grietas blancas que dibujan las palabras. Lo escrito se escribe en lo invisible. Ahí donde des obejts perdus esperan ser encontrados. 


Lector, lectora, cuídate de la escritura, porque -sin que lo adviertas/ he corrido el cerrojo/ y soy la cazadora. Cuídate de lo que veas en las palabras, hay pájaros sacudiendo el aire quieto. 


Un suave estertor respira detrás de cada línea del poema. La poesía se tiende horizontal y eso es una ilusión, sábelo. Hay una cierva colgando vertical de la rama. Igual que la oveja descarriada/ de la que hablaba el profeta, de la que habla la poeta. 


Poeta-cierva, un yo que escribe como una muñeca en desuso con su cicatriz en la cara de loza. Cicatriz la poesía cicatriza. Cicatrizante que abre la herida para curar. Como todo: primero duele y arde y ruega muérame. Invocación necesaria para dar inicio muérame que ya lo escribo. 


Lector, lectora, he aquí la carne de cordera que quiere ser la tierra prometida, que quiere ser poesía y tensa el hilo de los versos hasta hacerlos estallar y en el estallido saltan en pedazos las palabras. Implota el lenguaje y busca, entre los restos, una lengua nueva, un “puñalito” para dar en el blanco. Y da, sí, en el blanco. Ahí donde habita la poesía, objeto perdido que tú lector, lectora, habrás de hallar sí o sí porque Una cierva colgando de la rama sacude y tiembla los ingenuos ojos que la miran. No hay modo de la indiferencia. A este libro se entra con la boca seca y los pies embarrados. Pero no temas lector, lectora, toda experiencia artística tiene sus riesgos. Solo hay que atravesarla dejándose llevar de la mano que la escribe abriéndonos camino entre las palabras, limpiando las malezas del lenguaje. Y esa mano es una lengua poderosa que habla para sí, hablándonos. 


Inicia entonces, la travesía, una cierva te guiará como Virgilio a Dante para que puedas conocer el esplendor de la belleza, aun en lo que duele. 


             Claudia Magliano


 


Lourdes Peruchena (1967) nació en Montevideo. Es historiadora y docente en la Udelar y en el CFE. Ha participado de diversos de talleres literarios a fines de los 90. Su poesía integra volúmenes colectivos en Uruguay y Argentina: Polifonía (Montevideo, 1998), Sexto Encuentro Literario Internacional (Córdoba, Argentina, 2005), Poéminas (Montevideo, 2016), y la Antología Entre o samba e o tango (Brasil, 2017). En el campo del ensayo histórico en el 2012 ganó el Premio Anual de Literatura del MEC (Ministerio de Educación y Cultura) con su libro Buena Madre, Virtuosa Ciudadana. Maternidad y política en las mujeres de las élites (Uruguay, 1875-1905) (Montevideo, Rebeca Linke, 2010). En 2017 publicó su primer libro de poesía La magnolia es infinitamente más que una flor (civiles iletrados). En diciembre de 2019 obtuvo el segundo premio de la categoría adultos del Concurso de Poesía “Saúl Ibargoyen” de la Casa de los Escritores del Uruguay con Una cierva colgando de la trampa, editado en esta oportunidad por Hurí Arte y Edición.